El pasado mes de octubre salió al mercado el nuevo dispositivo de la familia Oculus:  las Quest 2, una de las mejores opciones tanto para principiantes como para veteranos experimentados en la realidad virtual. Como ya hicimos con modelos previos de la marca como las Quest 1 o las Oculus Go, desde Isostopy queremos analizarlas y compartir con vosotras nuestra experiencia.

Lo primero que hay que decir es que este dispositivo VR standalone es decir, que no necesita cables, ofrece experiencias de realidad virtual de alta calidad a un precio justo, permitiendo a los usuarios adentrarse en un amplio catálogo, donde todos podrán encontrar contenidos interesantes a sus intereses, desde juegos a experiencias inmersivas o vídeos 360.

El nuevo modelo es similar a las Oculus Quest 1, y por tanto su funcionamiento gira en torno a la posibilidad de caminar libremente por el espacio físico circundante sin temor a tropezarnos con cables, paredes u objetos.

Sin embargo, hay algunos cambios notables que hacen que el nuevo modelo valga la pena. Oculus Quest 2 ofrece en general una experiencia más inmersiva, gracias a las especificaciones mejoradas de su RAM y chip, así como a una pantalla de mayor resolución, que es un 50% más nítida que su predecesora. Por otra parte, el dispositivo es más liviano, por lo que se gana algo en comodidad.

 Además, los desarrolladores ahora tienen la opción de hacer que sus juegos funcionen a 90Hz (importante para lograr un mayor realismo). El seguimiento manual, que llegó al Quest original a través de una actualización de firmware, pero que se incluye en el Quest 2 desde el principio, también es impresionante. Esta funcionalidad permite que las cámaras del dispositivo monitoreen directamente el movimiento de los dedos del usuario en lugar de los controladores.

En cuanto a los mandos, las nuevas gafas de Facebook vienen con dos controladores (que tienen el doble de duración de batería que sus predecesores). Son unos mandos bastante cómodos e intuitivos, tanto a la hora de usar el gatillo como el resto de botones. Además son algo más ligeros que sus predecesores, con lo cual no se hace pesado su uso prolongado.

Una de las grandes novedades (no técnicas) es su nueva experiencia social, ya que ahora es requisito contar con una cuenta de Facebook para poder activar su uso. Esto ha creado cierta controversia entre los usuarios, pero dado que es una exigencia de la marca poco se puede hacer al respecto.

 Hasta aquí lo bueno.  Sin embargo, aunque las  Quest 2 son probablemente el visor VR más accesible y rico en funciones hoy en día, aún no cumple con algunos de los escollos que sufre la realidad virtual en su conjunto. Por ejemplo, el usuario aún puede experimentar un cierto grado de mareo durante el desplazamiento por las escenas, lo cual es inevitable en la mayoría de las gafas VR, incluso en aquellos que afirman haber resuelto estos problemas.

 Además, conseguir un buen ajuste para que la pantalla sea totalmente nítida puede resultar complicado. Estos problemas de nivel básico siguen sin resolverse; para una nueva generación de hardware toda la comunidad esperamos ver avances más significativos.

Sin embargo, viéndolo con perspectiva y dejando estos problemas generales entre el resto de dispositivos podemos decir que si bien las Oculus Quest 2 no son perfectas, son lo más cercano a la perfección que la realidad virtual ha llegado hasta ahora. Sin duda un muy buen regalo para todo amante de la VR en estas navidades.