Metaverso es la palabra de moda en el sector virtual. Cada vez que Mark Zuckerberg se pronuncia sobre el futuro tecnológico, tiemblan los pilares del sector. Y esta vez han temblado -y mucho- tras anunciar que Facebook tiene previsto contratar a 10.000 trabajadores de la Unión Europea durante los próximos cinco años para trabajar en una nueva nueva plataforma llamada a ser la nueva gran revolución tras internet: el Metaverso.
Pero ¿qué es el Metaverso y por qué empresas como Facebook, Nvidia o Microsoft están concentrando grandes inversiones en esta tecnología?
Comencemos por aclarar el significado de este término. Metaverso viene de meta y de universo (más allá del universo). Designa por tanto un ciberespacio paralelo a la realidad física, donde una comunidad de personas puede interactuar en forma de avatares. El concepto no es nuevo; en realidad fue acuñado en la novela de ciencia ficción de 1992 «Snow Crash», de Neal Stephenson.
En esta obra las personas están representadas por avatares que pueden interactuar entre sí. Se describe un mundo completamente nuevo en el que reescribir las normas sociales y los sistemas de valores y liberarse de la rigidez cultural y económica. Este concepto fue posteriormente reinventado como el «OASIS» en la novela «Ready Player One» de Ernest Klein, que llevaría al cine con el mismo título Steven Spielberg y que gira en torno a la idea de un mundo virtual paralelo al mundo real exterior, en el que la gente realiza gran parte de las actividades de su día a día, para entretenerse o escapar de un mundo en decadencia.
Fuente: latercera.com
De manera algo más técnica, podemos decir que el término Metaverso se refiere a la fusión de la realidad física, aumentada y virtual en un espacio compartido en línea. Vendría a ser una evolución del internet que conocemos hoy en día, al crear un universo virtual que amplía el mundo físico con otro digital. Suena a videojuego y es que comparte muchos de sus elementos, pero esta réplica de la realidad no está pensada para jugar, o al menos no sólo eso, sino también para reproducir muchas de las actividades sociales y económicas de nuestro día a día. Podremos desde participar en una reunión, a ir de compras, hacer gestiones con nuestro banco, asistir a un concierto o incluso trabajar. Las posibilidades de este nuevo mundo paralelo y digital son tan amplias como la vida real o incluso más.
“En cinco años la gente pensará en nosotros como una compañía metaverso, más que en una red social”.
(Mark Zuckerberg)
En el Metaverso todo gira en torno a los conceptos interactivo, inmersivo y colaborativo, que juntos e interrelacionados suponen una alternativa al mundo real.
Para poder adentrarnos en este universo será necesario el uso de dispositivos de realidad virtual o mixta que nos permitirán interactuar de manera natural en cualquier experiencia, además de poder saltar entre ellas al estar interconectadas. Este es un detalle importante llamado interoperabilidad. Se trata de la capacidad de que plataformas de diferentes compañías y creadores estén interconectadas y permitan que los usuarios pasen de una a otra por ejemplo sin tener que cambiar de avatar, como quien prueba las diferentes atracciones de un gran parque temático, o cuando pasamos de una web a otra desde el navegador de nuestro ordenador.
Fuente: Horizon
LOS ANTECEDENTES DEL METAVERSO
Son varios los precursores de este concepto que se pueden encontrar en la red, pero como caso de éxito destaca fundamentalmente Fortnite, el enorme juego social online. En abril de 2020, cuando la pandemia del coronavirus atravesaba uno de sus momentos más críticos, más de 12 millones de personas asistieron a un concierto virtual del rapero Travis Scott.
También son antecedentes los mundos virtuales creados por usuarios deplataformas como Minecraft y Roblox. Y por supuesto Second Life, la innovadora comunidad virtual que ya en 2003 puso en práctica muchas de estas ideas y que ahora, 18 años después y en parte gracias al confinamiento derivado de la pandemia, vuelve a estar de actualidad.
EL POTENCIAL DE METAVERSO
Según Bloomberg, el Metaverso podría suponer un negocio de 800.000 millones de dólares en 2024.
Como ya ocurrió con internet hace más de veinte años, lo que sobre el papel apunta a convertirse en un nuevo paradigma para la comunicación humana, puede resultar además una inagotable mina de oro en la que lo intangible adquiera un enorme valor para las grandes empresas tecnológicas.
Esto es así porque no debemos olvidar que, detrás de todo este despliegue técnico, están los datos generados por los usuarios y la venta de publicidad, las principales vías de ingresos de compañías como Facebook, cuya visión de un mundo virtual e inmersivo puede resultar muy rentable para sus accionistas.
Una de las grandes cuestiones por decidir en un futuro próximo es quién controlará el Metaverso.
Del mismo modo que internet es actualmente una tecnología descentralizada, en la que cualquier persona puede realizar su contribución -creando una web u ofertando servicios en la nube, por ejemplo- lo ideal sería que el Metaverso fuera un entorno libre y abierto, no controlado por ningún individuo u organización.
No obstante, los actores habituales del mundo de la tecnología ya están mostrando su interés en él y aspiran a, si no controlarlo, sí jugar un papel importante en su futuro. Microsoft, Google, Samsung y Sony entre muchas otras empresas se han unido a Facebook con el propósito de crear el futuro de la «realidad experiencial», si bien lo han hecho bajo el standard Open XR, lo que parece indicar que hay un cierto consenso en evitar monopolios.
Está claro que nos encontramos a las puertas de una verdadera revolución destinada a cambiar la forma en que interactuamos con lo digital en nuestro día a día.
¿Próxima parada? Parece que Zuckerberg planea hablar del futuro de su compañía en lo relativo al Metaverso en la Facebook Connect del próximo 28 de octubre, por lo que habrá que estar atentos a las novedades para ir conociendo más de lo que está por venir.