Las restricciones al turismo, limitaciones de aforo y demás normativas derivadas de la pandemia del COVID-19 han hecho que museos y lugares de interés patrimonial hayan acelerado un proceso que ya venía teniendo lugar en el sector: poner en el foco de su estrategia las soluciones digitales. Y en este sentido, la realidad virtual (VR) se ve en el sector cultural como una de las formas más efectivas de poder seguir ofreciendo experiencias emocionantes e inmersivas.

Por ejemplo, fijémonos en Italia, uno de los países con más bienes patrimoniales del mundo. Un estudio de 2021 muestra que casi la mitad de los museos y sitios patrimoniales del país planean introducir en los próximos años tecnologías inmersivas en su oferta de comunicación y difusión.

Entre las diversas aplicaciones de la realidad virtual, la reconstrucción del patrimonio histórico es uno de los usos más claros a la hora de aportar valor real y tangible tanto a los museos como a sus visitantes, ya que esta tecnología permite transportar a los usuarios a otro momento y lugar, con todas las implicaciones que esto tiene para la comprensión y puesta en contexto de dicho patrimonio.

Fuente: Technopark

¿CUÁL ES EL PROCESO PARA REALIZAR UNA RECONSTRUCCIÓN VIRTUAL DE PATRIMONIO?

A grandes rasgo, podemos definir tres pasos:

PASO 1: Estudio y toma de datos

Al igual que en cualquier proyecto de restauración o reconstrucción tradicional, el primer paso fundamental consiste en realizar todas las actividades destinadas a la documentación y toma de datos para disponer de toda la información posible que permita llegar a un resultado riguroso y detallado.

Un proyecto de recreación patrimonial suele involucrar a arqueólogos, historiadores del arte, museógrafos y arquitectos especializados en patrimonio.

PASO 2: Modelado 3d

Una vez dispongamos de toda la documentación y hayamos tomado las decisiones necesarias, el siguiente paso será crear los modelos tridimensionales que compongan nuestra recreación virtual, sea ésta un espacio interior, exterior, una pieza singular, etc. El mercado incluye un amplio abanico de softwares, desde aquellos especializados en diseño como Revit y Rhinoceros hasta otros empleados habitualmente para crear modelos destinados a videojuegos o efectos especiales como Blender o 3DS Max.

Podemos mencionar dos formas adicionales para obtener nuestros modelos 3d. Por un lado, podemos encontrar librerías de modelos 3D preexistentes, disponibles para su descarga gratuita o previo pago. En este caso, habrá que prestar especial atención a su rigor histórico a la hora de incorporarlo a nuestra recreación, así como la calidad del modelo en sí.

Por otro lado, resulta muy interesante cuando sea posible la obtención de modelos 3d procedentes de fotogrametría, una técnica que permite reconstruir un modelo 3d a partir de una gran cantidad de fotos de un objeto/espacio desde el mayor número de ángulos posibles. Esta técnica permite obtener la máxima fidelidad respecto a la realidad, puesto que la geometría y texturas se obtienen directamente de ésta, pero para crear nuestra experiencia deberemos realizar un importante trabajo de optimización de estos modelos para reducir su peso y permitir que funcionen de manera fluída. Esta técnica puede ser especialmente útil para «virtualizar» objetos en buen estado de conservación, como ánforas, joyería, etc.

PASO 3: Desarrollo de la experiencia de realidad virtual

Ya con los modelos tridimensionales y los demás recursos necesarios a nuestra disposición, llega el momento de utilizarlos para realizar la reconstrucción virtual. Además será necesario añadir las luces, materiales y efectos necesarios para crear la atmosfera y aspecto final del entorno virtual. Junto a este proceso es posible utilizar programación o sistemas de animación para crear interacciones con objetos, personajes… para enriquecer de este modo la experiencia.

Para llevar a cabo todo este proceso podemos emplear motores gráficos propios del mundo de los videojuegos entre los que podemos destacar softwares tan populares como Unreal Engine o Unity. Desde este tipo de software podemos crear experiencias para dispositivos como Oculus Quest, smartphone, pantallas interactivas, etc.

Hemos visto al comienzo del artículo que en Italia se está apostando ya de manera firme por incorporar estas tecnologías al sector cultural, pero el uso de realidad virtual aplicado a la conservación y difusión del patrimonio no se limita al país transalpino. Hay otros casos que ofrecen perspectivas adicionales sobre el futuro de la realidad virtual.

Un ejemplo son las cuevas de Dunhuang, también conocidas como de Mogao, en China, que contienen algunos de los murales de Buda más importantes del mundo con más de 1600 años. Se cree que la construcción de las cuevas de Dunhuang comenzó alrededor del siglo IV d.C. Por su antigüedad, la restauración de este estas pinturas siempre ha sido una tarea ardua y compleja. Para evitar un mayor deterioro de los murales, el museo decidió limitar las visitas públicas y sustituirlas por visitas virtuales, que además permiten registrar el aspecto actual de las cuevas y así garantizar su preservación digital ante el deterioro imparable que están sufriendo como resultado de la exposición a los elementos.

En la simulación virtual de las cuevas, los visitantes pueden pasear y ver de cerca las esculturas y los murales de la cueva, creando una experiencia de inmersión impresionante que además permite entender mejor su contexto e importancia histórico-artística.

Así, los usuarios pueden ver la evolución de los murales a través de diferentes épocas. Esta es una parte particularmente destacada de la exhibición, ya que muestra y conciencia al público sobre cómo los murales se han deteriorado con el paso del tiempo.

La experiencia se puede ver en dispositivos móviles aunque donde realmente se puede disfrutar plenamente es un dispositivo de realidad virtual como Oculus Quest o similar.

OPEN HERITAGE PROJECT

Continuando con esta tendencia de explorar sitios culturales por medio de la realidad virtual, Google ha lanzado el proyecto Open Heritage, con CyArk, una organización sin ánimo de lucro. El equipo utiliza la realidad virtual para crear versiones 3D precisas de  sitios patrimoniales en varias decenas de países. Muchos de estos espacios están lejos de las áreas urbanas, algunos incluso bajo restricciones gubernamentales. De este modo el público puede acceder a ciertos lugares culturales que de otro modo difícilmente podrían conocer.

Además este proyecto se complementa con audioguías y juegos educativos, lo que brinda una forma de participar y aprender al mismo tiempo.

CONCLUSIONES

Uno de los principales beneficios de aplicar la realidad virtual a la difusión patrimonial es que los usuarios tienen la oportunidad de vivir una experiencia inmersiva similar a un viaje en el tiempo. Así, la comunicación cultural trasciende el espacio y el tiempo, construyendo un puente entre el pasado y el presente.

Otro beneficio es facilitar la accesibilidad a un público más amplio, incluidos aquellos con discapacidades sensoriales o físicas. Incluso puede ser un aliado para académicos e investigadores. Por ejemplo, la recreación de la catedral de Milán permite recorrer la parte más alta de la misma, cerrada desde el siglo XVI.

Cabe mencionar, no obstante, que algunos investigadores y arqueólogos han expresado también su preocupación por la veracidad de las experiencias logradas a través del uso de la realidad virtual en estos sitios. Uno de los argumentos más esgrimidos es que a veces el proceso de recreación digital no es del todo exacto al basarse en no pocas ocasiones en pruebas parciales. Estos investigadores señalan que los sistemas gráficos utilizados para las reconstrucciones de realidad virtual pueden llevar a error al ser demasiado realistas para los espectadores, lo que puede llevar a ignorar el hecho de que habitualmente la recreación se basa en evidencias parciales, es decir en supuestos de cómo creemos que ha sido un determinado bien desaparecido total o parcialmente, pero del que no tenemos evidencia al 100% de cómo era originalmente.

Para evitar estos errores, una profunda investigación previa y la comunicación entre historiadores y técnicos es fundamental durante todo el proceso para garantizar la precisión de la reconstrucción virtual. Los museos también deben trabajar en estrecha colaboración con su equipo de tecnología y enfatizar su compromiso con el rigor en estas creaciones.

Además, puede ser interesante la interesante la incorporación de escalas gráficas que muestren el nivel de evidencia científica disponible a la hora de realizar la reconstrucción y que el usuario pueda revisar durante la propia experiencia.

Fuente: Jesús G. Carpallo

Esto asegura que los museos puedan mantener la integridad de las exhibiciones mientras brindan una experiencia educativa emocionante e inmersiva del pasado con una tecnología que mira hacia el futuro y es aliada del patrimonio y su preservación.